domingo, 11 de abril de 2010

Cualidades de un maestro de escuela biblica

LA INFLUENCIA DEL MAESTRO
Como maestro, debe reconocer la influencia que su vida ejerce sobre los alumnos. Ante ellos, usted es un representante de Jesús, y lo que ellos le vean hacer, guiará, en gran parte, del destino de sus vidas. Trate de ejercer sobre ellos una influencia positiva.
El maestro enseña un poco por medio de lo que dice, algo más por medio de lo que hace, mucho más por medio de lo que es.
La vida y la personalidad del maestro es la lección más poderosa que puede enseñar. No son, en primer lugar, las elocuentes palabras que influyen en el niño, sino la vida santa del instructor: una vida entregada de lleno al Señor Jesús.
EL DESEO DE APRENDER
Lo más importante en la vida del maestro no es enseñar sino aprender, y ¡aprender de Jesús! Por cierto, debe leer y estudiar buenos libros, conocer de pedagogía y tratar de mejorar sus métodos de enseñanza, pero lo primordial es que aprenda de Jesús mismo, por medio de una vida de íntima comunión con él. El es el Maestro por Excelencia y nadie nos pude enseñar mejor.
Para aprender hay que estudiar; en este caso, la Biblia, pero también otra buena literatura. El conocimiento no es una carga pesada y el tiempo dedicado al estudio, nunca es tiempo perdido.
LA SINCERIDAD DEL MAESTRO
La vida del maestro necesita ser transparente como la luz. Debe poder decirse de él, lo mismo que Isaías profetizó respecto a Jesús: “… ni hubo engaño en su boca” (Isaías 53:9).
Jesús fue sincero con sus seguidores. Día tras día, ellos compartieron con él la abundancia y la escasez, la alegría y el dolor, la aclamación de los admiradores y las burlas de los enemigos. Ellos lo conocieron en la intimidad del hogar y entre grandes multitudes, y nunca lo vieron actuar con hipocresía.
Los hechos y las palabras de los maestros deben ser como Pablo dijo “Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi…” (Gálatas 2:20).
COMUNIÓN CON DIOS
Para vivir una vida ejemplar y fructífera, es indispensable desarrollar una diaria e íntima comunión con Dios por medio de la oración y el estudio de su palabra.
La Oración es el medio por el cual podemos experimentar milagros en nuestra vida. Para el maestro es importante orar como un niño, orar por un niño, orar con un niño.
Jesús dijo: “Si no os volvéis y os hacéis como niños…” (Mateo 18:3). Los niños son sinceros, humildes y dependientes, ya que todavía no han descubierto, lo que en el mundo adulto es tan conocido, las dudas. No es suficiente orar como un niño, sino necesitamos también orar por los niños. Pida por cada uno de sus alumnos, para que ellos puedan poner sus jóvenes vidas en manos de nuestro poderoso Señor Jesús.Al ser constante en la oración por sus alumnos, usted como maestro, no tardará en experimentar el gozo de orar con un niño,. No hay mayor felicidad. El estudio de la palabra va mano a mano con la oración. Por medio de la oración el maestro habla con Dios. Por medio de la lectura de la Palabra, el maestro ofrece a Dios una oportunidad de hablarle.
COMUNIÓN CON LOS HERMANOS
Como hijo de Dios y maestro cristiano, usted forma parte de una gran familia. Y tiene hermanos en cada país del mundo, ahora le toca aprender a vivir en paz con aquellos que están cerca suyo.
Jesús habló acerca de los más grandes mandamientos: El amar a Dios sobre todas las cosas, y el amar al prójimo como a sí mismo (Mateo 22:37-40). También nos dio un mandamiento nuevo: “Este es mi mandamiento; Que os améis unos a otros, como yo os he amado.” Juan 15:12. El maestro necesita tener disposición para trabajar lo mismo que tuvo Jesús. Tiene que saber que está realizando una labor que producirá fruto para la eternidad.

1 comentario:

  1. bendicines para todos los que desaean instruir a los niños pór el camino del evangelio muy pronto les subire un material para facilitar su enseñanza

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Dejad venir los niños a mi y no se los impidais porque de los tales es el reino de los cielos

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